De momento.
Domingo por la noche, con una reposición de Cuarto Milenio de fondo. Tú has hecho la cena, lo has preparado todo. Yo no me he querido entrometer. La verdad es que te ha quedado rico. Sentados en el sofá, mi pie toca ligeramente tu rodilla. De momento me contento con ese mínimo contacto, que disfruto como si fuera el mejor de los abrazos que nos hemos dado o nos daremos. No te preocupes, soy paciente.
