Post 20: El Diario Crítico
Ya es casi medianoche y he decidido que es un buen momento para empezar a escribir un diario. De pequeña recuerdo tener uno, pero realmente nunca tuve la valentía de escribir cosas que realmente importaban en él. Siempre tuve la sensación de que habría alguien que acabaría leyéndolo y solo pensar eso me ponía los pelos de punta. No sé si será por ser hija única, pero nunca me ha gustado compartir mis pensamientos más profundos. Ni siquiera con una hoja en blanco, quizás por el hecho de enfrentarte a ti misma. No sé. Llevo estos últimos meses dándome cuenta de que realmente soy una persona muy cobarde y creo que eso me ha generado el estar donde estoy.
El otro día di un paso muy importante para cambiar el paradigma en el que me encontraba hasta entonces. Sin embargo, me estoy dando cuenta de que ha sido un paso muy pequeño. A pesar de que la gente más cercana a mí me ha asegurado que es un paso muy valiente. Pero yo sigo pensando que no. Sigo pensando que no es suficiente, que necesito algo más para poder levantarme, ser yo de nuevo. Desde hoy tengo claro cuál va a ser el siguiente paso y me aterra tanto como si de repente se me apareciera un payaso delante de mí. A pesar de ello sé que va a ser lo correcto.
Mientras tanto y como alternativa, he decidido escribir un diario, como bien os contaba al inicio de este post. Intentaré escribir cada día, cualquier cosa que se me pase por la cabeza con el fin de reorganizar mis pensamientos y desechar lo que no vale. Va a ser mi colador, por decirlo de alguna manera, porque si no la cabeza me acabará explotando y me saldrá el cerebro hecho puré por las orejas. Y estoy convencida de que a nadie le gustaría ver eso.
Así que nada, os iré contando qué tal va la experiencia.
